7 Luego se apareció a Santiago; más tarde, a todos los apóstoles.
8 Y en último término se me apareció también a mí, como a un
abortivo.
9 Pues yo soy el último de los apóstoles: indigno del nombre de
apóstol, por haber perseguido a la Iglesia de Dios.
10 Mas, por la gracia de Dios, soy lo que soy; y la gracia de Dios no
ha sido estéril en mí. Antes bien, he trabajado más que todos ellos. Pero no
yo, sino la gracia de Dios que está conmigo.